Hay programas que, además de proteger tus contraseñas, te dicen cuándo hay que modificarlas. Uno de los mejores es LastPass. Te muestro cómo usarlo para controlar la fortaleza de tus claves.
¿Cuándo hay que cambiar una contraseña? Cuando por alguna razón se ha vuelto débil. Algunos de los factores que contribuyen a que una contraseña se vuelva débil incluyen:
– Antigüedad: más vieja es una contraseña, más probable es que sea débil
– Simplicidad: las contraseñas sencillas son más débiles que las complejas
– Longitud: las contraseñas cortas suelen ser más débiles que las largas
– Repetición: las contraseñas que se repiten tienen mayor riesgo que las únicas
Para comprobar tus claves, lo mejor es recurrir a tests incluidos en los gestores de contraseñas, programas que te ayudan a almacenar, recordar y proteger tus claves. El test de LastPass, por ejemplo, se ejecuta en menos de un minuto y te dice qué contraseñas son débiles y debes cambiar enseguida.
Sígueme, te explico cómo instalar LastPass, importar tus contraseñas en él y ejecutar el control de seguridad para que puedas cambiar tus contraseñas débiles.

1. Instala LastPass en tu ordenador

LastPass funciona en todos los navegadores. El instalador universal para Windows se asegura de que LastPass se instale en Chrome, Firefox, Internet Explorer, Safari y Opera.
El instalador te pide primero el idioma con el que quieres usar LastPass.

A continuación, elige los navegadores en los que quieres instalar la extensión. Si están abiertos, LastPass te pedirá cerrarlos (si no lo haces, la instalación fracasará).

Finalmente, has de crear una cuenta LastPass o identificarte con la que ya tengas. Este paso se puede saltar para hacerlo luego, desde el  navegador.

Cuando abras cada navegador, tendrás que instalar la extensión y autorizarla. Por ejemplo, esto es lo que verás en Chrome tras añadir la extensión.

LastPass siempre se muestra como un botón rojo con un asterisco blanco en el centro:

2. Importa tus contraseñas en LastPass

El siguiente paso es importar todas las contraseñas que tengas almacenadas en tus navegadores. Presiona el botón de LastPass y ve al menú Herramientas > Importar desde.

Se abrirá una ventana en la que LastPass te mostrará las contraseñas disponibles. Elige las que quieras importar (o todas) y presiona el botón Import.

Ahora tus passwords estarán en el bául acorazado de LastPass, protegidas por una contraseña maestra (¡no la pierdas!).

3. Ejecuta el test de seguridad de LastPass

Ha llegado el momento de comprobar cómo de fuertes son tus contraseñas. Haz clic en el icono de LastPass y abre el menú Herramientas.

Acto seguido, elige la opción Control de Seguridad.
Se abrirá una página segura (con candado) perteneciente a LastPass. Haz clic en el botón.

Tus contraseñas serán analizadas…

…y se te preguntará si quieres comprobar si algunas de tus cuentas han sido afectadas por los robos de datos. Dile que sí.

Al cabo de un minuto verás la página de resultados.

4. Consulta la lista para elegir las contraseñas a cambiar

El informe de seguridad de LastPass es exhaustivo y muy útil. Al principio, te avisará de eventos importantes, como la vulnerabilidad Heartbleed, y te dirá si necesitas actualizar esas contraseñas de inmediato o no.

Luego, el informe prosigue con un resumen en el que figuran la cantidad de contraseñas escaneadas, su fortaleza y longitud promedio, la cantidad de claves duplicadas y otros datos.

Pero lo más jugoso está al final. Es la lista de tus contraseñas junto con la indicación de su fuerza. Si están duplicadas, LastPass las agrupa. Para ir a cada sitio, haz clic en los enlaces.

Si una contraseña es débil y se usa en muchos sitios, su puntuación será baja. Para que alcance una fuerza del 100%, debe ser larga, compleja y única. ¿Mi recomendación? Cambia las que estén por debajo del 80%.

5. Usa el generador de contraseñas de LastPass

Cuando vayas a definir una contraseña, haz clic en el icono de LastPass para abrir el generador de claves. Elige una de las que se han generado al azar y luego guárdala.

La clave quedará asociada al sitio web, y se rellenará automáticamente cada vez que lo visites, pero solo si LastPass está activado (icono en rojo).

¡No olvides tu clave maestra!

Como ves, un gestor de contraseñas como LastPass no solo comprueba tus claves, sino que te permite cambiarlas por otras más seguras y las recuerda por ti cada vez que visites una página web. Lo importante, sin embargo, es no olvidar la clave maestra: si la extravías, el almacén de contraseñas será inaccesible para siempre.
¿Qué puntuación has sacado tú en el test de seguridad de LastPass?
Sígueme en Twitter: @remoquete

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